GACETA

OSCILACIONES

Para desarrollar la ‘atención consciente’ (sati) que conduce a la comprensión del origen y cese de la insatisfacción existencial, el foco atencional puede dirigirse voluntariamente a la experiencia somática (como cuando prestamos atención a la respiración), a la experiencia afectiva (por ejemplo, cuando hacemos meditación de compasión) o a la experiencia cognitiva (como cuando recitamos un mantra). En estos casos estamos practicando meditación Samatha.

Cuando escogemos alguno de estos fenómenos como referencia estamos generando un movimiento oscilatorio de la atención entre lo escogido y lo condicionado. La atención se ve atraída por los objetos, sentimientos o temas a los que está apegada en esos momentos y eso nos permite observar la intensidad y duración de esos apegos.

Tarde o temprano descubrimos que no estamos atendiendo a aquello a lo que habíamos decidido atender y se produce un fenómeno oscilatorio entre lo escogido y lo condicionado. Gracias a ese movimiento oscilatorio aprendemos a regular el proceso atencional y conseguimos que la atención vaya aprendiendo a permanecer con el objeto escogido.

También podemos observar el simple fluir, el surgir y cesar, de los fenómenos de la experiencia. En ese caso, aprendemos a discernir entre ‘atención consciente’ y ‘piloto automático’ o atención condicionada. La atención oscila entre darse cuenta y no darse cuenta de los cambios de objeto, de foco y de velocidad de la experiencia. Entonces, estamos practicando meditación Vipassana. Así, descubrimos la impermanencia, insatisfactoriedad e impersonalidad de todos los fenómenos.

En ambos casos, estamos utilizando el proceso natural por el que el organismo (mente/cuerpo) aprende y que hoy en día se conoce como ‘flexibilidad regulatoria’.

Fernando Rodríguez Bornaetxea