El propósito de este curso es que aprendas a auto-gestionar tu salud y bienestar, a través de la práctica del mindfulness.
A lo largo del curso iremos aprendiendo diferentes herramientas para trabajar en diferentes áreas de nuestra salud, desde el manejo del estrés, la ansiedad y las emociones difíciles, hasta el manejo del dolor y de la enfermedad crónica, de las adicciones (de todo tipo), y aprendiendo a reconocer y modificar hábitos poco saludables de nuestra vida cotidiana, mejorando nuestro autocuidado, por ejemplo con el tema de la alimentación, el descanso, el ejercicio físico…
MINDFULNESS Y SUS EFECTOS SOBRE NUESTRA SALUD
Las cinco enfermedades crónicas más prevalentes (diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y trastornos mentales) están relacionadas directamente con el estrés o empeoran debido a este y hay otras muchas dolencias (fibromialgia, patologías autoinmunes, dolencias digestivas, trastornos dermatológicos, sobrepeso, obesidad, etcétera) en las que el estrés juega un papel fundamental como desencadenante o agravante.
Con la práctica de la meditación mindfulness disminuye la liberación de hormonas del estrés (cortisol, ACTH etc.) produciéndose un efecto positivo sobre enfermedades crónicas claramente influenciadas por el estrés, como la psoriasis, el asma, enfermedades de la piel, de las articulaciones, trastornos cardiovasculares, digestivos etc.
Hay también evidencia científica de que el mindfulness y la reducción del estrés tiene una influencia positiva sobre nuestro sistema inmunológico, fortaleciendo nuestras defensas y ayudando a regular los niveles de anticuerpos en enfermedades autoinmunes (lupus, psoriasis, artritis reumatoide, liquen plano etc.).
Con la práctica del mindfulness para la salud, aprendemos además a ser mucho más conscientes y de una manera más amable de nuestro cuerpo y nuestra respiración, de tal forma que mejora nuestra capacidad de manejo de sensaciones corporales y sentimientos con importante carga emocional. Esto nos ayuda de manera natural a elegir estilos de vida, alimentación etc. más sanos. Es de demostrada eficacia la práctica del mindfulness en adicciones de todo tipo, trastornos de la conducta alimentaria etc.
Está demostrado también que se producen cambios visibles y medibles en nuestro cerebro, tanto a nivel bioquímico como a nivel estructural, a partir de solo ocho semanas de entrenamiento y práctica.
En enfermedades crónicas, -desde el cáncer, hasta trastornos cardiovasculares, diabetes y enfermedades autoinmunes- hay un componente inflamatorio importante, y la inflamación y los niveles de estrés están claramente asociados. La práctica del mindfulness tiene un impacto sobre este componente inflamatorio, y si uno empieza a practicar antes, puede prevenir el desarrollo de patologías graves.
En enfermedades graves el mindfulness nos ayuda a lo largo de las diferentes etapas. En el momento del diagnóstico, a no sentirnos desbordados, abrumados emocionalmente etc. y a poder mantenernos en la calma del momento aquí y ahora, para ir afrontando cada momento paso a paso. Y durante los tratamientos, por ejemplo en el cáncer, a sobrellevar mucho mejor todos los efectos secundarios físicos de la quimioterapia, radioterapia, cirugías etc. asociadas frecuentemente a los tratamientos de enfermedades graves, así como el estrés y las emociones que frecuentemente se asocian